Las capacitaciones profesionales en el área del turismo han abundado desde antes de la pandemia; sin embargo, posterior a esta, la oferta de las mismas ha tenido un crecimiento aún mayor al periodo anterior. Probablemente, este acontecimiento guarde relación con las consecuencias que ha sufrido el sector turístico producto del Covid-19, lo que ha traído consigo mucha inestabilidad para sus profesionales. Como paradigma se puede mencionar que, el Instituto Peruano de Economía (IPE), brinda la siguiente cifra anual a partir de septiembre del 2019 al 2020 sobre los desempleos en Cusco, departamento que converge gran afluencia de visitantes, siendo este un total de 89 754 puestos de trabajo perdidos.

El rol que cumplen las organizaciones académicas e instituciones públicas y privadas pasan a ser de gran relevancia en este contexto. Estas últimas, brindan un abanico de temas de formación especializada para mantener a los profesionales actualizados en conocimiento, algunos tópicos son: marketing digital, inteligencia turística, gestión de la sostenibilidad, conocimiento del consumidor, gestión de operaciones, liderazgo y management, entre otras. No obstante, si cuestionamos la formación de estas organizaciones e instituciones, se podría pensar que, parte de la demanda se ve en la necesidad de buscar, por sus propios medios, conocimiento faltante en su malla profesional, siendo este muy bien recibido por todos los profesionales.
Encontramos así un ambiente con oportunidades, las cuales requerirán de una inversión por parte de todos los especialistas en turismo para afrontar los retos que vengan. Un correcto aprovechamiento de estas capacitaciones en un sector tan cambiante como el turismo, pondrá en evidencia la ambición y evolución profesional, mostrando un perfil más apto y manifestando su mayor competitividad en el mercado laboral.
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